La historia de Martín Palermo habla de récords y más récords. Y aún a pocos días del final de su carrera, sigue quebrando marcas. Esta tarde lo volvió a hacer y se convirtió, con un gol, en el quinto máximo goleador de la historia del fútbol argentino en la era profesional.
A los 17 minutos del segundo tiempo, Palermo decidió hacer la suya para romper con el dominio de Quilmes en el marcador y sacó un zapatazo que se convirtió en el descuento de Boca y en su gol número 228 en la era profesional. Así alcanzó a José Sanfilippo en el quinto puesto entre los máximos artilleros de la historia del fútbol argentino.
Como se salvó de recibir la quinta amarilla, Palermo podrá jugar la próxima fecha ante Banfield en La Bombonera, lo que será la despedida del Titán en el estadio de Boca.
Luego, si decide jugar y no es amonestado ante el Taladro, cerrará su carrera jugando contra Gimnasia, en La Plata.
Palermo consiguió su gol número 227, y tiene dos partidos (Banfield y Gimnasia y Esgrima La Plata), los últimos de su gloriosa carrera, para superar o alcanzar a Manuel Pelegrina, quien ocupa el cuarto lugar, con 231 tantos.
Palermo debutó en Primera División vistiendo la camiseta de Estudiantes de La Plata, en 1992; en 1997 pasó a Boca, donde estuvo hasta 2000, cuando fue transferido al Villarreal de España.
En la temporada 2003/04 jugó en el Betis y el Alavés, ambos de España, para luego regresar a Boca, para iniciar su segunda etapa en el club.
El inicio de esa segunda etapa en Boca se produjo el 15 de agosto de 2004, en ocasión del empate 0-0 contra Lanús, y su primer contacto con la red tras el regreso lo tuvo el 29 de agosto, cuando le convirtió dos goles a Racing en la victoria por 2 a 1.
Fuente: www.losandes.com.ar
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