viernes, 26 de febrero de 2010

BOCA JUNIORS 1 - Estudiantes 1

El karma del descuento

Segundo partido sobre seis que nos empatan en tiempo de descuento (perdón, recuperado, es la onda nac. & pop). Este 1-1 con Estudiantes duele mucho porque ya teníamos los 3 puntos en el bolsillo y se produce por una falta de coordinación entre los centrales (lógico, llevaban juntos solo 15´). 


Estábamos llevándonos un triunfo merecido, merced a un primer tiempo, en el que el 1-0 (Martín, cuando no, esta vez de penal) fue barato para el visitante. Dominio del medio, buena presión y contrapresión, mucha circulación arriba (Román el eje, aunque jugando más arriba, como tercer delantero, Gaitán muy movedizo en todo el frente), y varias situaciones netas de gol (dos veces Martín, Gaitán y Román) para aumentar el marcador. En el segundo decayó bastante la prestación del equipo, nos coparon el medio, la pelota no llegaba con asiduidad arriba y tanto Román como Nico perdieron peso relativo, solo Martín, ahora en fase defensiva, siguió luciéndose. Y esto porque Estudiantes usó y abusó de su arma favorita, el centro al área. Por lo que cualquier infracción en campo de Boca, y obvio, cualquier corner (tuvieron muchos) eran ocasiones propicias, y Martín se cansó de sacarla. Para destacar, la mejora defensiva del equipo. A García le llegaron poco (respondió con mucho acierto cuando eso sucedió), y la mejora de todos en el juego aéreo fue notable. Buen debut del brasileño, expeditivo en el rechazo cuando las papas quemaban y animándose a salir jugando cuando la ocasión lo amerito. La salida de Medel, lesionado, el ingreso de Paletta, y el corrimiento de Barroso a la derecha, fueron determinantes en el error del gol del empate.


Con el resultado puesto, es de lamentar que Alves no haya incluido en el segundo tiempo algún volante más de marca (¿Prediger?), para reforzar el medio campo que el Pincha había copado. Pero, si no ocurría la desatención del final, seguro que nadie se fijaría en eso. Es de destacar que si bien Estudiantes monopolizó la tenencia de la pelota en la etapa final, Boca dispuso de al menos tres chances netas para liquidar el partido, la más clarita a poco del final, en un mano a mano de Insúa con Orión que resolvió pésimo.



Vista en perspectiva, una actuación auspiciosa en general, tomando en cuenta de donde venimos. Será necesario hacia adelante una mayor concentración hasta el último instante y mejorar la puntería para definir desarrollos favorables con más tranquilidad.



lunes, 22 de febrero de 2010

Luces y sombras en Mendoza

Empate en 1 en la excursión a Mendoza. Si se miran los números históricos de Boca en la tierra del buen vino, un punto interesante. Buena actuación en líneas generales, sobre todo en el segundo tiempo, donde el triunfo estuvo cerca (también la derrota en el final, cuando García saca una pelota terrible), y en el que parece que el técnico empieza a encontrar el equipo.

Y digo en el segundo tiempo, porque en el primero Boca volvió a aparecer desbalanceado atrás, sobre todo cuando los mendocinos tiraban la presión sobre la el medio y salían rápido tocando de primera. Así llegaron tres veces (solo tres) en la primer etapa. A los tres minutos lo desperdició Carranza, a los 23´definió Higuaín y sobre el final casi nos embocan de nuevo. Nos costó mucho llegar, el experimento del doble nueve no era bueno porque al no tener desborde por afuera, ni Palermo ni Viatri eran correctamente abastecidos. Así con mucho control de pelota, pero con escasas llegadas nos fuimos perdiendo el primer tiempo, pese al despliegue de Román, que manejó el equipo pero no pudo profundizar hacia el área mendocina.

Un solo cambio mejoró notablemente la cara de Boca. Entró Pochi Chávez por Villafañe (le falta mucho para ser el 4 de Boca, flojo en defensa y con nulo aporte en las subidas), Medel se ubicó como marcador de punta, Erbes como 5, Méndez abierto a la derecha Pochi flotando en el medio y Román más adelante. El chileno no subió nunca y del otro lado Monzón escaló mucho más por el lateral.

Con la derecha cubierta se vio lo mejor de Méndez adelante, Pochi desequilibró constantemente, las subidas de Monzón empezaron a llevar riesgo cierto y Román siguió en buen nivel. De una llegada del 3 viene el primer centro bien ejecutado, y si un centro es bueno, es gol de Martín seguro. Y Palermo, que corrió como siempre, que metió durante todo el partido, no desperdició su chance, cabezazo al ángulo y empate. Siguió bien Boca y mereció ganar, pero no pudo ser. Lo erró Viatri dos veces, lo erró Jesús, se lo perdió Pochi, falló Román. Fue casi seguro el mejor tiempo del campeonato y casi lo perdemos a los 45´cuando García sacó a boca de jarro un cabezazo mendocino en el área chica.

Me quedé con las ganas de ver a Insúa en lugar de un inexpresivo Viatri, o al menos el ingreso de Mouche por él. Sin embargo Alves se comió el cambio. No quiero pensar que si Martín no hubiera hecho el gol, el cambio hubiera sido por él.

Parece que el equipo ideal se empieza a parecer al del segundo tiempo, con Gaitán en lugar de Viatri. Medel de lateral derecho le dio un equilibrio interesante a la defensa, y le permitió escalar más tranquilo a Méndez. Erbes como central respondió y Pochi lleva dos partidos muy buenos. Párrafo aparte para Morel. Muy buen partido como marcador central, evidentemente su lugar en la cancha. El único signo de interrogación es que esta es una defensa “petisa”, y se viene Estudiantes, muy fuerte por arriba.

En resumen, un buen punto, una actuación positiva en general, y una semana por delante para trabajar tranquilos en vísperas de la próxima, que sí será una semana decisiva, en 7 días se vienen Estudiantes, el próximo domingo, Vélez, el miércoles 3 y Rácing el domingo 7. De lo que pase en esos tres partidos dependerá si nos prendemos o no en el campeonato.

Texto: bocayalgomas.blogspot.com

miércoles, 17 de febrero de 2010

El vuelo del Pato

  La tan mentada “limpieza” del plantel ha empezado por el arco. Marginado al banco de suplentes en el último partido, el Pato Abbondanzieri se va en busca de nuevos horizontes hacia Porto Alegre, para militar en el Internazionale.

Llegó a Boca en 1997 y durante 5 años no consiguió afirmarse en el puesto, la mayor parte del tiempo a la sombra de Oscar Córdoba, pero cuando este se dejó el club, el Pato fue determinante en infinidad de partidos que marcaron a fuego “la década de oro”. ¿Cómo olvidar los penales atajados al Milan en 2003?, ¿cómo dejar de recordar el penal atajado a Maxi López, en junio del 2004, que dejó en silencio y llorosos a 70000 locales en el “Día del Silencio”?, ¿y la final de la Sudamericana ante Pumas, donde atajó dos penales y convirtió el decisivo?.

La fría estadística dirá que ganó 6 títulos locales (Apertura ´98, 2000, 2003 y 2005, y Clausura ´99 y 2006), tres Copas Libertadores (2000, 2001 y 2003), dos Copas Intercontinentales (2000 y 2003), dos Copas Sudamericanas (2004 y 2005) y una Recopa Sudamericana (2005). También dirá que no tuvo un buen retorno en 2009, año negro para todo Boca y que comenzó este con muchos cuestionamientos que culminan con su salida del club 10 meses antes de finalizar su contrato y formalizar su retiro.

  Pero más allá de todo esto, los que amamos a Boca sabemos que se va un gran arquero, pero sobre todo una gran persona, con todas las letras. Se va un arquero que quedará para siempre en la historia grande del club, codeándose mano a mano en el recuerdo con otros de la talla de Mussimessi, Roma, Gatti, Navarro Montoya y Córdoba.

Fuente: bocayalgomas.blogspot.com



LA MEJOR DE LAS SUERTES PATO!!!

lunes, 15 de febrero de 2010

A propósito de EL cambio

 Partido cero a cero, enfrente el colista del torneo, cancha, La Bombonera, 32´del segundo tiempo, sin lesión ni cansancio visible, sale Palermo, entra Viatri. El partido termina con el marcador cerrado. Semana de polémica segura.

Primero dejar en claro un par de cuestiones: quién esto escribe es completamente fanático de Palermo, por mí debería jugar siempre y con contrato hasta que sienta la necesidad de retirarse. También suscribo el derecho del técnico a hacer los cambios que cree convenientes. Es más, estuve de acuerdo en su momento, el 2 de junio de 2005, cuando Benítez, en Guadalajara, por la Copa Libertadores puso a Martín en el banco, porque debido a la altura, pensaba abroquelarse atrás y salir de contra rápida con Delgado y Palacios. Parecía un planteo lógico que se derrumbó en 15 minutos con 4 goles mexicanos.

¿Y ayer, era atinado el cambio?. La explicación que dio Alves es que lo notó cansado a causa del trajín y que no le llegaba la pelota. Si esto fuera cierto no parece a primera vista acertada la entrada de Viatri. Si a Martín la pelota no le llegaba con centros limpios, obviamente tampoco le llegó a Lucas. Dice que Viatri baja más a buscar la pelota. Cierto, pero tampoco es el indicado para entrar haciendo paredes por el medio. Para eso hubiera sido más lógica la entrada de Pocho Insúa, que ubicado como media punta, puede, asociado con Román o Pochi, romper una defensa cerrada por el medio.

O sea, más allá del derecho del técnico a disponer en la cancha los jugadores que le parezca, este cambio huele a sobreactuación de “a mí no me va a temblar el pulso”. Se olfatea que la mano viene muy pesada para los “históricos” y me parece que de más arriba que Abel Alves.

bocayalgomas.blogspot.com

CLAUSURA 2010 - FECHA Nº 4

BOCA JUNIORS 0 - Atlètico Tucumàn 0

PERDIENDO PUNTOS DE LOCAL

Todo al revés. No sufrimos atrás (casi no nos atacaron), y adelante, Boca fue un canto a la impotencia. Y como resultado de todo esto un pálido 0-0 en casa, ante el colista Atlético Tucumán.

Hay cosas que se saben de antemano. El sol sale por el este, el día sigue a la noche y los equipos del Chiche Sosa son un dolor de cabeza. Los tucumanos vinieron a buscar un empate (y por ahí, si se daba los tres puntos) y, salvo en los últimos minutos, nunca lo vieron peligrar. Plantaron dos líneas de cuatro bien juntas, marca personal sobre Román (nada nuevo, hace años fue Herrón en Arg. Jrs., hoy Erroz), presión en el medio cuando se pudo (primer tiempo) y bien acurrucados sobre su área cuando Boca lo empujó (segundo tiempo). Con lo poco que tuvieron la pelota los dos de adelante, igual siguieron desnudando problemas e inseguridades pero como todo fue esporádico, sobre los cambios defensivos hay que abrir un compás de espera.

El tema es que del medio para adelante, caímos mansamente en la telaraña tucumana. Román muy movedizo, no encontraba sociedad en Méndez, Pochi, lo mejor de Boca, arrancaba de muy atrás y perdía eficacia, Mouche encaraba bien y terminaba mal y a Martín no le llegaba nada de nada. Así se fue el primer tiempo con solo una situación de gol en pies de Mouche. En el segundo apretamos más arriba y rondamos cerca del arco. Rondamos, pero nada más. Entró Noir (último partido, se va a Ecuador por un año), se soltó más el Pochi y empezó a preocupar a los tucumanos. Y el cambio que seguramente alimentará la polémica de la semana, faltando 13´ Viatri adentro, Martín afuera. No se lo que pensó Alves, seguro no fue lo que salió, porque Viatri no fue solución ni mucho menos, faltando cinco entró el Pocho por Méndez, cambió demasiado demorado y fueron los pocos minutos en que los tucumanos sufrieron, con un tiro en el travesaño del Pochi y otro que besó el palo. Jugamos poco y ligamos nada.

Demasiada pálida la imagen que dejamos. Nos complicó un esquema demasiado básico de defensa, muy prolijamente ejecutado, pero que se vio sobre el final era muy atacable. Se empiezan a perder puntos que dolerán en poco tiempo y encima se viene otra semana con polémicas varias. Me olfateo que seguirán los cambios, será deseable que sean para bien.

Fuente: bocayalgomas.blogspot.com

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sábado, 6 de febrero de 2010

viernes, 5 de febrero de 2010

Feliz cumple, ¡¡¡MAESTRO!!!

 Hoy cumple un siglo de vida una de las mayores glorias de Boca Juniors. Hoy es el cumpleaños de “Cañoncito Varallo”, el segundo mayor goleador de la historia profesional del club, y que durante 70 años fue el máximo artillero.

Así lo recuerda hoy Cancha Llena:

Era muy chico cuando le regalaron una pelota de goma. La acomodó, le pegó con alma y vida contra la pared y la reventó. Cuenta Francisco Antonio "Pancho" Varallo que ese día lloró sin consuelo. Que no entendía qué pudo haber pasado ni porqué eso le sucedió a él. Como un extraño capricho del destino, el tiempo le trajo, y de sobra, las respuestas. Aquel pibe se convertiría en una leyenda viviente, que sintió siempre el fútbol a flor de piel y que varias veces lo comulgó hasta las lágrimas, tanto como para resistir desleales golpes en un potrero de La Plata como para encarar, a los 20 años, la final de un Mundial, el primero de la historia, en 1930.

Varallo cumple hoy cien años. Su apellido está ligado a muchos hitos más allá de su edad y sirven para vincular de modo atemporal y para siempre el amateurismo con el profesionalismo en nuestro país. Fue parte del único título oficial que Gimnasia tiene en su historial (1929), fue tricampeón con Boca (1931/34/35), ganó una Copa América con el seleccionado (1937) y es, desde hace varios años, el único sobreviviente del partido decisivo del Mundial de Uruguay 1930. Antes y después, el gol. Siempre el gol, del que se hizo amigo cuando despuntaba el vicio de complicar a los arqueros en el club 12 de Octubre, en su querido barrio Los Hornos.

Su calidad y potencia no pasó desapercibida y en 1927 ya formaba parte del plantel de Gimnasia, donde empezó a hacerse conocida su personalidad ganadora, el dominio de pelota aprendido en campitos raleados de césped y sobre todo, su pegada, la que nunca se demoraba cuando el arco oponente estaba a una distancia prudente y el perfil para sacar el disparo no podía mejorarse. El título del 29, acompañado por figuras como Scarpone, Digiano, Minella y Santillán, revalorizó su figura. Aunque su humildad encarrilaba sus declaraciones a la frase "mis compañeros me hacen sencilla la llegada al gol", era evidente que su dinámica y sus ganas de convertir lo erigieron en un artillero por excelencia, tan implacable que a todas luces se ganó con justicia el apodo de "Cañoncito".

Siempre respetó a los arqueros rivales, a quienes paradójicamente amargaba una y otra vez, y entre quienes rescató siempre a Juan Botasso, "porque supo atajarme goles cantados", según solía confesar.

En 1930 no esperaba formar parte del Mundial, pues era muy joven. Sin embargo, Mario Sureda, delegado de Gimnasia, confió en él y lo propuso ante los miembros de la Asociación, que eran quienes por entonces elegían a los jugadores. Así apareció en el equipo que viajó a la otra orilla del Río de la Plata para defender los prestigios albicelestes. Allí, la Argentina avanzó a paso firme, pero una patada del chileno Subiabre tuvo su efecto en Varallo, que no pudo jugar la semifinal ante los Estados Unidos. Retornó con poca fortuna en la controvertida final (ganó Uruguay 4 a 2), ya que en pleno cotejo se resintió de aquel golpe y no rindió ni por asomo como de él se esperaba.

A su regreso, no obstante, lo esperaban buenas nuevas. Vélez lo pidió como refuerzo para una gira americana, que fue tan exitosa para Pancho (hizo 20 goles en 27 partidos), que Boca lo hizo suyo justo cuando el profesionalismo empezaba a marcar nuevas pautas. En el conjunto xeneize, con 181 conquistas en 210 partidos, fue durante varias décadas el mayor goleador de la entidad en la etapa profesional y su apellido volvió a estar en boca de todos a medida que Martín Palermo iba acercándose a su marca, la que terminaría quebrando setenta años después.

Profesor de educación física, transportista de escolares y hasta representante de una firma licorera, a Varallo no le faltó actividad cuando dejó el deporte que tanto amó. Las cosas tampoco cambiaron mucho y aquel crack siguió siendo el mismo vecino amigo de toda la gente de La Plata. Allí permanece Pancho, en su querida ciudad natal. La misma que lo recibió el 5 de febrero de 1910 para empezar a escribir una historia de redes perforadas y emociones fuertes. Una historia en la que quizá no esté el "gol del siglo", pero que hoy celebra -qué duda cabe- el siglo del gol.





miércoles, 3 de febrero de 2010