COPA LIBERTADORES 2013
Fecha 3
BOCA JUNIORS 0 - Nacional (Uruguay)1
Fecha 3
BOCA JUNIORS 0 - Nacional (Uruguay)1
*** **
Momento demasiado delicado.
Derrota 0-1 en casa ante Nacional y el panorama del semestre se empieza a complicar demasiado.
Al arranque bien lejos del ideal en el torneo local, ahora, después de la victoria en Ecuador que parecía encarrilar la eliminatoria, se suma esta nueva derrota en La Bombonera que complica demasiado la chance de clasificar y prácticamente obliga a ganar los próximos tres partidos (dos de ellos como visitante, en Uruguay y México).
El problema radica en como lograr semejante objetivo jugando como lo hace el equipo, que volvió a tener una actuación decepcionante. Y no porque haya sido un desastre o jugado peor que en otros partidos. Pero nunca le encontró la vuelta al planteo de los uruguayos, que básicamente fue plantar dos líneas de 4 en su propio campo, cerrar los caminos para el toque por el centro, dejar las bandas para obligar a Boca a buscar por arriba, y salir rápido en lo posible buscando atacar los espacios vacíos que dejaban los adelantamientos de los laterales.
Y ante este planteo, Boca fue impotente para desentrañarlo, mas allá de alguna acción individual, por lo general de Martínez o de Erbes (nuevamente el mejor del equipo). Y encima una nueva distracción defensiva, esta vez en un córner a los 19' del p.t., le posibilita a Nacional abrir el marcador y a la postre ganar el partido.
El momento es especialmente delicado porque seguimos viendo un equipo sin respuestas futbolísticas ni anímicas (esto es sobretodo muy preocupante) y mas allá de algunos cambios puntuales en algunos puestos no es mucho mas que esto lo que hay. Encima sin tiempo para lamentos la seguidilla de partidos continua y en 3 días hay que jugar en Rafaela y en 7 viajar a Uruguay, dos partidos con obligación de triunfo para no quedar al margen de todo.
Cambios obligados para ir rotando las cargas, poco tiempo de trabajo para corregir errores y mucho desgaste, sobre todo mental cuando las cosas no salen. Y así luce el equipo, sin ideas, sin rebeldía, como obnubilado ante la primer adversidad.
Difícilmente Bianchi haya imaginado un panorama así cuando se decidió a volver. Pero esta es la realidad y sobre ella deberá operar para tratar de modificarla, mientras en su mente seguramente estará pergeñando los radicales cambios que deberá realizar en junio próximo. Aunque de solo pensar en junio con esta realidad se nos antoja como un largo camino a través del purgatorio.
Momento demasiado delicado.
Derrota 0-1 en casa ante Nacional y el panorama del semestre se empieza a complicar demasiado.
Al arranque bien lejos del ideal en el torneo local, ahora, después de la victoria en Ecuador que parecía encarrilar la eliminatoria, se suma esta nueva derrota en La Bombonera que complica demasiado la chance de clasificar y prácticamente obliga a ganar los próximos tres partidos (dos de ellos como visitante, en Uruguay y México).
El problema radica en como lograr semejante objetivo jugando como lo hace el equipo, que volvió a tener una actuación decepcionante. Y no porque haya sido un desastre o jugado peor que en otros partidos. Pero nunca le encontró la vuelta al planteo de los uruguayos, que básicamente fue plantar dos líneas de 4 en su propio campo, cerrar los caminos para el toque por el centro, dejar las bandas para obligar a Boca a buscar por arriba, y salir rápido en lo posible buscando atacar los espacios vacíos que dejaban los adelantamientos de los laterales.
Y ante este planteo, Boca fue impotente para desentrañarlo, mas allá de alguna acción individual, por lo general de Martínez o de Erbes (nuevamente el mejor del equipo). Y encima una nueva distracción defensiva, esta vez en un córner a los 19' del p.t., le posibilita a Nacional abrir el marcador y a la postre ganar el partido.
El momento es especialmente delicado porque seguimos viendo un equipo sin respuestas futbolísticas ni anímicas (esto es sobretodo muy preocupante) y mas allá de algunos cambios puntuales en algunos puestos no es mucho mas que esto lo que hay. Encima sin tiempo para lamentos la seguidilla de partidos continua y en 3 días hay que jugar en Rafaela y en 7 viajar a Uruguay, dos partidos con obligación de triunfo para no quedar al margen de todo.
Cambios obligados para ir rotando las cargas, poco tiempo de trabajo para corregir errores y mucho desgaste, sobre todo mental cuando las cosas no salen. Y así luce el equipo, sin ideas, sin rebeldía, como obnubilado ante la primer adversidad.
Difícilmente Bianchi haya imaginado un panorama así cuando se decidió a volver. Pero esta es la realidad y sobre ella deberá operar para tratar de modificarla, mientras en su mente seguramente estará pergeñando los radicales cambios que deberá realizar en junio próximo. Aunque de solo pensar en junio con esta realidad se nos antoja como un largo camino a través del purgatorio.
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