Segundo partido sobre seis que nos empatan en tiempo de descuento (perdón, recuperado, es la onda nac. & pop). Este 1-1 con Estudiantes duele mucho porque ya teníamos los 3 puntos en el bolsillo y se produce por una falta de coordinación entre los centrales (lógico, llevaban juntos solo 15´).
Estábamos llevándonos un triunfo merecido, merced a un primer tiempo, en el que el 1-0 (Martín, cuando no, esta vez de penal) fue barato para el visitante. Dominio del medio, buena presión y contrapresión, mucha circulación arriba (Román el eje, aunque jugando más arriba, como tercer delantero, Gaitán muy movedizo en todo el frente), y varias situaciones netas de gol (dos veces Martín, Gaitán y Román) para aumentar el marcador. En el segundo decayó bastante la prestación del equipo, nos coparon el medio, la pelota no llegaba con asiduidad arriba y tanto Román como Nico perdieron peso relativo, solo Martín, ahora en fase defensiva, siguió luciéndose. Y esto porque Estudiantes usó y abusó de su arma favorita, el centro al área. Por lo que cualquier infracción en campo de Boca, y obvio, cualquier corner (tuvieron muchos) eran ocasiones propicias, y Martín se cansó de sacarla. Para destacar, la mejora defensiva del equipo. A García le llegaron poco (respondió con mucho acierto cuando eso sucedió), y la mejora de todos en el juego aéreo fue notable. Buen debut del brasileño, expeditivo en el rechazo cuando las papas quemaban y animándose a salir jugando cuando la ocasión lo amerito. La salida de Medel, lesionado, el ingreso de Paletta, y el corrimiento de Barroso a la derecha, fueron determinantes en el error del gol del empate.
Con el resultado puesto, es de lamentar que Alves no haya incluido en el segundo tiempo algún volante más de marca (¿Prediger?), para reforzar el medio campo que el Pincha había copado. Pero, si no ocurría la desatención del final, seguro que nadie se fijaría en eso. Es de destacar que si bien Estudiantes monopolizó la tenencia de la pelota en la etapa final, Boca dispuso de al menos tres chances netas para liquidar el partido, la más clarita a poco del final, en un mano a mano de Insúa con Orión que resolvió pésimo.