Torneo 1ª División 2014
Fecha 4
Fecha 4
Estudiantes L.P. 3 - BOCA JUNIORS 1
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27/08/2014
La tormenta perfecta.
Dirigentes incompetentes, cuerpo técnico desorientado y plantel sin jerarquía, el combo perfecto para una crisis de proporciones. Como la que tiene Boca.
La derrota de anoche 1-3 frente a Estudiantes L.P. es un escalón más de una escalera descendente que por ahora no tiene final. Las culpas son obviamente compartidas, y de muy difícil resolución.
El plantel carece de referentes de peso. La salida de Román dejó para eso a Gago, a Orión o al Cata. Ninguno da la talla. Llegaron mucho refuerzos, todos jugadores de nivel medio, que en el contexto adecuado quizás puedan “explotar” y estar para cosas interesantes. No es este el caso. Solo Carrizo y en menor medida Calleri han satisfecho las expectativas previas.
En medio de este panorama, Bianchi prueba, cambia, tal vez demasiado, no encuentra el camino e inevitablemente luce desorientado, casi resignado por momentos. Desde los medios, cosa esperable por su personalidad, lo estaban esperando para caerle, y en estos casi dos años, ha dado algunos motivos, pero lo están destrozando sin piedad. Desde la instalación de “viejo” y “gaga” hasta cuestionar cualquier cambio, cualquier planteo y hasta la más mínima opinión en una conferencia de prensa. Y encima, su trabajo, que parecía venir de menor a mayor (arrancando de un inimaginable piso bajo, anteúltimo en su primer torneo), ahora que debía definitivamente consolidarse, arranca peor que nunca.
La dirigencia, tomando como tal al presidente Angelici y su “mesa chica” no lo quiere. Hilando fino no lo quiso nunca, solo lo trajeron obligados por la gente. En realidad no se sabe bien a quien quieren o quisieron. A Falcioni lo soportaron porque venía de salir campeón y cuando quisieron sostenerlo un año después no se animaron a enfrentar a la gente. Para conformar a la multitud fueron a buscarlo a Bianchi, quién sorpresivamente acepto el convite. Pero, y de testigo están los archivos, nunca lo apoyaron decididamente, siempre la condicionalidad, la amenaza velada de exigirle resultados. Solo el apoyo incondicional del hincha le permitió seguir, aún con resultados lejanos a las grandes glorias.
Y así llegamos a esta situación. Un ciclo a todas luces cumplido, pero al que nadie sabe como darlo por concluido. La dirigencia no se atreve a echar a Bianchi (el coraje no es un atributo de estos muchachos) y esperan que renuncie obligado por los resultados. El Virrey que no quiere dar el brazo a torcer y se autoimpone plazos que nadie sabe cuando vencen, y mientras tanto un plantel, que en la cancha le está diciendo al técnico más ganador de nuestra historia que esto no da para más.
Solo Dios y yo sabemos el dolor que produce escribir esta sentencia. Nunca hubiera imaginado este final, y en el fondo, hasta último momento esperaré una reversión de los resultados. Ni más ni menos que lo se espera de un ser querido al que todos dan por desahuciado..
Publicado por Eddie (bocayalgomas.blogspot.com.ar)
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