Tres partidos al hilo sin recibir goles. Tres partidos al hilo sin marcar goles. ¿Qué parte del vaso miramos?. Los que sostenemos que sin una buena defensa no se sale campeón miramos esto con simpatía. Pero no se puede salir campeón sin marcar goles. Como todo en el fútbol (y en la vida) hay que mirar más allá de los blancos y negros y buscar los grises. ¿Cómo jugó Boca en La Paternal?. Jugó mejor que ante Vélez, casi con los mismos condicionantes y salvando las distancias de la jerarquía de un rival y otro. Lo cierto es que históricamente el Diego Maradona es una cancha muy complicada para Boca y en la que el local se venía moviendo como pez en el agua. Y al contrario de lo que venía sucediendo, Boca se va con el arco en 0 sin que Andrada haya sido figura ni tenido mucho trabajo, y por el contrario, fue el arquero local la figura que sacó tres mano a mano ante Pavón y Villa. ¿Boca jugó un gran partido? Seguramente que no, pero mostró una enjundia y una concentración durante todo el partido muy superior a la que venía teniendo, esta vez no se evidenció merma física sobre el final y justamente en ese tramo dispuso de al menos dos chances claras para irse con el triunfo. Muy bien la defensa como bloque, sobre todo Alonso que reemplazó con éxito a Izquierdoz, bien Marcone en su tarea de corte-pase de primera, quizás todos ellos beneficiados por una cancha chica que hace que tengan que cubrir menos espacios. Nandez rindió bien, Carlitos fue el encargado de distribuir juego y lo hizo con acierto todo el partido. El problema fue que tanto Pipa como Pavón (y luego Villa) desperdiciaron demasiadas opciones claras de gol. En la falta de efectividad estuvo esta vez la gran carencia. Boca se movió acertadamente como bloque. Minimizó las virtudes de Argentinos Jrs. en su faz ofensiva, esto es la movilidad constante, la presión, el pase entre líneas y el aporte de los laterales, y por el contrario profundizó las debilidades defensivas que se presentan por esa vocación de ataque en su cancha. Fue una lástima porque por el desarrollo del partido tranquilamente se pudo volver con un triunfo a casa. Ahora toca preparar la revancha, y por primera vez en un largo mes, Boca dispondrá de una semana entera de trabajo y de recuperación física de los jugadores. Por el contrario el rival jugará entre semana su compromiso por la Copa Sudamericana, por lo que ciertos condicionantes extra futbolísticos cambiarán de lado. Será un partido harto difícil y complicado, pero, a priori, las cosas parecen dadas para que se lo pueda resolver favorablemente. Veremos como suceden las cosas. Como desde que asumió Alfaro, paciencia y a confiar en el laburo. Publicado por Eddie
Y pasó Boca nomás. Y ya Vélez y todo el morbo generado en la previa es historia. Una historia que costó y mucho, porque además de lograr un sufrido 0-0, sufrido sobre todo sobre el final, después hubo que convertir los 5 penales de la serie para poder ratificar el pase. Sorprendió Alfaro con el planteo inicial. Puso a Junior Alonso en el equipo titular para de esta manera tener 5 defensores, con los laterales jugando como carrileros y defendiendo con 3 cuando se atacaba. Con esto esperaba lograr un mayor peso en el medio para cortar los caminos de Vélez y abastecer al bloque ofensivo de Villa-Carlitos-Mauro, obligados a mucha movilidad al no tener un centrodelantero como referencia. Y la apuesta salió bastante bien en el primer tiempo. Un Boca mucho más agresivo y con más punch que el del partido de ida, le planteó una presión alta a Vélez que lo incomodó, y si bien el visitante no resignó la posibilidad de atacar con mucha gente, tuvo que jugar un partido en su propio campo que es lo que más lo incomoda, porque en el retroceso deja espacios y se equivoca bastante. Sobresalió Villa con una movilidad estupenda por todo el frente de ataque, de hecho tuvo un par de situaciones muy claras y sirvió otras tantas, Mauro, en un partido aparte estrelló un tiro libre en el travesaño, y Carlitos y Licha tuvieron un par de situaciones claras también. Del otro lado solo aproximaciones que insinuaban más que lo concretaban. Solo sobre el final la jugada de la polémica donde ellos piden un penal por un claro camiseteo en un centro que el árbitro ignora, como hacen habitualmente, pero que como bien sabemos si es a favor de este lado es escándalo nacional y cuando es en contra, no pasa nada. Nada fue igual en el segundo tiempo. Boca pareció salir dormido y desconcentrado y nunca más pudo establecer la presión alta. Entonces se empezó a dividir la pelota en el medio y Vélez impuso su ley, despliegue del equipo, los extremos metiendo diagonales, los laterales subiendo bien pegados a la raya y al volante que se suma. Llegó el tiempo de Andrada y Sabandija respondió con creces. Sobre el cuarto de hora Alfaro manda a la cancha a Benedetto por Alonso, rompe la línea de 5 y pone un referencia hacia la que tirar bochazos que rompan la línea de presión y apostar a la segunda jugada. Durante un rato se vio lo mejor de Boca en el segundo tiempo, con el retroceso de Carlitos actuando de virtual enganche, logró salir del asedio e incluso dominar el desarrollo por unos minutos. Pero sobre la media hora la diferencia de prestación física se hizo notable y más aún luego de la expulsión de Izquierdoz (último recurso) que obligó al ingreso de Fabra por Carlitos. Esos minutos fueron a aguantar y rezar a San Andrada, que se hizo cargo de los ruegos y fue una muralla para las aspiraciones velezanas. Se llegó así a una tanda de penales que exhibió mucha eficacia, salvo un visitante que tiró su penal afuera y por esa vía se logró el pase. Ahora a tratar de recuperar algo de físico para otro duelo bravo como será la visita a la Paternal. Pero para eso faltan un par de días. Paso a paso..... Publicado por Eddie
A riesgo de decir una obviedad digna de Perogrullo, el fútbol tiene dos fases, una ofensiva y una defensiva. Boca fue a la cancha de Vélez con varios condicionantes a enfrentar el "primer tiempo de un partido de 180´" y manejó muy bien la parte defensiva, fracasando rotundamente en la ofensiva. Alfaro, a 72 hs. de un partido durísimo en una cancha pesada y embarrada (vs. Paranaense) que sucedía a otro de 72 hs. antes en las mismas condiciones (vs. Godoy Cruz), era consciente de las limitaciones físicas de los propios, pero también de las fortalezas de los ajenos. Vélez es un equipo intenso, sobre todo de local, que presiona sobre la salida y ataca rápido sobre los espacios, con dos extremos bien abiertos, con mucha ida y vuelta, laterales que se suman y volantes que acompañan. Minimizar ese juego y dejar la serie abierta para definir en La Bombonera era el objetivo. El 0-0 permite afirmar que ese objetivo se cumplió. Este Boca es pragmático y no se le caen los anillo si hay que pararse en el propio campo con un 4-4-2 bien definido. La idea fue negar espacios al rival y con dos externos bien abiertos (Nandez-Pavón) explotar las espaldas de los volantes en contragolpe y a su vez frenar la subida de los laterales. Mauro suelto y Wanchope entre los centrales completaban el panorama ofensivo. Pero esto no funcionó, un poco porque se sigue extrañando horrores el juego de Bebelo que era el que conectaba los bloques defensivo y ofensivo y otro poco (mucho) por méritos del rival, que bien parado obligó continuamente a buscar saltar líneas jugando al pelotazo a Wanchope y apostando a la segunda jugada. Muy pocas veces dio resultado y la consecuencia es que casi no creamos situaciones de gol. En la parte defensiva el desempeño fue bueno. Buffarini controló muy bien a Vargas, los centrales no tuvieron grietas durante casi todo el partido y Más alternó buenas y malas frente a Bouzat, que lo complicó sobre todo en el segundo tiempo. La prueba que la parte defensiva rindió es que Vélez en el primer tiempo tuvo una sola opción de gol, en un contragolpe en el que se resbala Izquierdoz, y en gran parte del segundo tiempo siguió la misma tónica. Pero en los últimos quince minutos se hizo ostensible la merma física de Boca, los cambios no lograron disimular esto (entraron Carlitos, Villa y Campuzano) y Vélez siguió atacando y presionando. En ese cuarto de hora final apareció Andrada en toda su dimensión y fue él (y un par de veces los palos) los que impidieron que Vélez se llevara un triunfo que a esa altura era merecido. Todo estará por definirse este jueves. En caso de empate en 0 habrá penales, cualquier otro empate clasificará al visitante. Obviamente el que gane pasará. Ahora lo principal pasará por recuperar los físicos de los jugadores y sobre todo ver el grado de lesión de Wanchope que salió con una molestia y si Benedetto estará a disposición (estuvo concentrado pero no fue ni al banco). No será un partido exento de peligros y si bien Vélez baja algo su rendimiento como visitante, sus virtudes estarán presentes y no olvidemos que pasó a esta fase venciendo en la ida a Lanús 2-1 como visitante. Pero de todo esto habrá que empezar a pensar a partir de mañana. Esta noche toca el sorteo de octavos de final de la Libertadores (y el cuadro posterior) y sabremos que nos depara el futuro inmediato.. Publicado por Eddie
Es demasiado grande Boca. Demasiado grande como para que toda una corporación periodística esté fantaseando días y días con que si convenía o no ganar, si convenía o no ganar el grupo especulando con que si se prefería evitar a cierto equipo en octavos de final o arriesgarse a enfrentarlo. Lo más lamentable de todo esto es que nadie del Mundo Boca lo desmintiera tajántemente en la previa. Los jugadores y el cuerpo técnico lo hicieron en la cancha. Boca no tuvo un gran partido. Sí lo buscó siempre pero solo jugó bien los 15 minutos iniciales y los 15 finales. En la hora del medio el equipo visitante fue el que impuso el ritmo del juego, sin ejercer un gran dominio ni generar demasiado peligro. Con una cancha muy pesada, casi como la del domingo pasado, Boca salió decidido a ganar de entrada, con presión alta y el equipo casi por completo parado en campo rival, asfixió la salida de los brasileños y les generó tres claras situaciones de gol en un cuarto de hora, Mauro, Pipa y Licha López fallaron por muy poco. Pero no se pudo sostener la presión desde lo físico y ahí aparecieron por largos pasajes el déficit de no contar con Bebelo. Almendra tuvo otro flojo partido y Boca careció de enlace entre el bloque defensivo y los delanteros. Estos quedaban aislados y Mauro tenía que bajar demasiado, trasladar mucho y por ende perder mucho peso ofensivo. Solo por derecha el tandem Buffarini (la figura del partido por despliegue y peso propio)-Nandez-Villa generaba preocupación en el rival. Villa como delantero pesa mucho más que como volante. Pero por largos pasajes tendió a cerrarse como interno en vez de externo y más tarde, cuando los visitantes empezaron a dominar el mediocampo bajó mucho a ayudar en la marca y debía recorrer demasiado terreno para atacar, con el consiguiente desgaste. Por eso, de a poco, los brasileños se adueñaron del trámite que pasó a jugarse a su ritmo, cansino cuando Boca estaba bien parado en defensa y muy veloz cuando podían contraatacar recuperando la pelota en el medio. No fueron punzantes como en Brasil pero generaban preocupación. No cambió mucho el panorama en la primer parte del segundo, salvo que en un centro frontal, un error de cálculo de Andrada y los visitantes se ponen en ventaja. Llegó el momento de Alfaro para cambiar las cosas desde el banco. Ya se había quemado un cambio por la lesión de Pipa y el ingreso de Wanchope en el primer tiempo, en el complemento, con pocos minutos de diferencia entraron Pavón por Almendra (el equipo se paró 4-3-3) y luego Carlitos por Villa, pasando Pavón a la derecha y Mauro a la izquierda en un 4-2-3-1. Ese cambio modificó todo el desarrollo. Porque Carlitos entró enchufado y comenzó a moverse entre rivales desgastados por el trámite y el campo pesado, a espaldas del volante central comenzó a mover la pelota con rapidez hacia los costados y Boca empezó a inclinar la cancha. Licha López marcó el empate en un exquisito centro de Mauro, Wellington el volante central de ellos se fue expulsado por un violento foul a Carlitos y todo empezó a ser de Boca, empujado por su gente y con la firme volundad de ganarlo. Paranaense solo atinó a cercar su área y sacar la pelota lejos, resignó toda chance de contraataque y se aferró al empate que los dejara ganar el grupo. El gol merodeaba pero no se concretaba, hasta que a un minutos, y en un acto de justicia, Carlitos pateó desde afuera y venció la resistencia brasileña. Aún quedó tiempo para que Nandez casi convierta el tercero. Se terminó el grupo G y Boca lo terminó encabezando con 11 puntos. Lejos de estar entre los mejores primeros pero con el objetivo cumplido. Ahora el lunes sabremos el rival de octavos de final (la serie se definirá en casa) y el camino que habrá que seguir para llegar a la final de Santiago de Chile. A esperar con la tranquilidad de saber que para lograr el sueño de todos habrá que ganarle a quien venga en octavos y a los que vengan después. Sea quienes sean.
En la imaginaria libreta de objetivos que manejaba Alfaro para estos meses hasta el final del trimestre se empiezan a acumular los cumplidos. Al pase de ronda en Copa Argentina siguió la obtención de la Supercopa Argentina y ahora se anota el pase a cuartos de final de esta Copa Superliga. Falta concretar el jueves el más importante, asegurar el pase a octavos de la Libertadores, y de ser posible, en el primer lugar. El pase, desde los números fue impecable. Triunfo por 3-1 y un global de 5-2 para dejar fuera de carrera a Godoy Cruz. El análisis pormenorizado del partido mostraría una complejidad que esos números no muestran, si bien gran parte de esa complejidad fue dada por motivos extrafutbolísticos. Porque arrancó muy bien el Boca casi alternativo ante el Godoy Cruz mucho más alternativo, y ya a los pocos minutos ganaba 1-0 con gol de Wanchope, dominaba el ritmo y el trámite y se encaminaba a una noche muy tranquila. Pero se largó un vendaval de lluvia que en escasos 20´anegó la cancha y obligó a un parate de más de un cuarto de hora para permitir que de bajar la intensidad de la precipitación la cancha drenara el agua ya caída. Algo de eso pasó, pero hasta el final del primer tiempo no se jugó en condiciones normales. Encima en esos minutos una violenta infracción (que ni amarilla mereció para el árbitro) le produjo una distensión ligamentaria a Bebelo y lo margina del resto del semestre. La peor noticia. Antes del mini parate y por las condiciones de la cancha Boca tuvo un par de situaciones claras para liquidar todo, pero las mismas condiciones que generaban las posibilidades las impedían concretar. Una contradicción de un campo en condiciones imposibles. El segundo tiempo fue otra cosa. La cancha se normalizó bastante, Nandez reemplazó a Bebelo (y se ubicó como externo por derecha, el puesto donde mejor rinde y que parece que Alfaro ha tomado nota) y de nuevo de arranque anotó Wanchope con lo que la serie parecía liquidada. Sobre todo porque los minutos comenzaron a pasar entre un Boca que tocaba cansino hacia los costados y un Godoy Cruz que no se animaba a adelantarse. Ambos parecían esperar un final previsible. Pero el fútbol no es previsible. Sobre la media hora, una jugada intrascendente, un rebote desafortunado y un golazo de un recién ingresado en los mendocinos bastó para que el partido cobrara un dramatismo imprevisto. Ahí sí Godoy se lanzó a un ataque furioso y estuvo un par de veces cerca de conseguir el empate que los hubiera dejado a un gol de la clasificación. Alfaro puso a Mauro por Carlitos y a Villa por Pavón. Quedó claro la importancia que le daba a la clasificación. Y Mauro está pasando un momento bárbaro. Tiro libre al lado del área por foul a Wanchope (¿no fue adentro y era penal?) y Mauro que la mete donde no se podía meter. Tercer gol y ahí si, partido terminado y clasificación asegurada. Ahora queda por saber si el rival es Vélez o Lanús que juegan esta tarde. Van con ventaja los de Liniers y a partir que se confirme si son el rival empezará todo el morbo de nuestra benemérita prensa deportiva sobre la vuelta de Zárate a Liniers a enfrentar al club que lo vio nacer, lo idolatró y lo trató de traidor por el solo hecho de venir a Boca. Eso ocupará mucho tiempo en las pantallas de distinto tipo, pero no deberá distraernos de que el jueves es lo más importante para nosotros. Luego habrá un par de días para pensar en lo otro. Publicado por Eddie
3/5/19 Un gran alivio La imagen final vale más que millones de palabras. El racimo de jugadores festejando enloquecidos frente a su gente y la manera en que lo siguieron haciendo por largos minutos en la cancha y luego en el vestuario marca a las claras que no fue una "copita" más. Fue un gran desahogo de todos, de los que venían castigados del año pasado y de los que se incorporaron este año pero que ya se adaptaron a la realidad y a la exigencia del Mundo Boca. Uno que lo entendió bien claro fue Alfaro. Reservo al equipo titular para este partido, dejó en el banco a Carlitos, su emblema ("el escudo por delante") y lo hizo entrar cuando era necesario. No fue un buen partido. Le costó demasiado a Boca y de hecho no pudo romper el 0-0. El esquema ultracerrado que planteó Central le permitió aguantar cerca de su arco y poco más, solo un disparo desde lejos en el primer tiempo obligó a una buena intervención de Andrada. Otra imagen que vale más que mil palabras fue el festejo de los rosarinos al terminar el partido empatado, clara muestra de su apuesta a definir por penales. Sobre todo porque en el último cuarto de hora Boca se lo llevó por delante. Con la cancha bien abierta con Villa y Pavón, con Nandez atacando el área, con Más y Buffarini atacaban seguido, y Central ya sin piernas ni reacción, solo aguantaba y despejaba. Tres tiros en los palos, otras tantas salvadas del arquero y una pelota que entró en el arco y ni el árbitro ni el línea convalidaron. Y se llegó a los penales. Y en los penales se lucieron los pateadores, de hecho la serie de 5 penales terminó 5 a 5 pues todos convirtieron y solo en un par de ocasiones ambos arqueros estuvieron cerca de contener. Todo se definió en el sexto turno, cuando Andrada desvía el penal de Rinaudo e Izquierdoz sentencia el partido. Los penales hicieron justicia, pero sobre todo desataron un festejo contenido, un festejo que tuvo mucho de desahogo y alivio, un festejo que se necesitaba como el agua en el desierto. Alfaro luego del partido y en medio de los festejos aportó su cuota de serenidad para el análisis y se atrevió a tirar un pronóstico que todos deseamos que se haga realidad "esto ha sido el puntapié inicial, a partir de ahora las cosas tienen que afirmarse mucho más y veremos el Boca que todos pretendemos". Palabras más, palabras menos, esas palabras las suscribimos todos y ojalá los jugadores las lleven a la práctica. Publicado por Eddie
Caleta Olivia, Santa Cruz.
Hobby: music psicodèlica (jazz, progresiva, funk, rock, rock sinfònico, nacionales de Argentina; usar el Paint Shop Pro; Boca Juniors, El màs Grande; El Mar y Diana Krall.
NO A LA VIOLENCIA!
NO AL ABANDONO DE ANIMALES!
NO A LA ANIQUILACION DE LA NATURALEZA!
La Historia de Boca Juniors comienza el 3 de abril de 1905, en la Plaza Solís. A partir de ese momento se inició un largo proceso, donde un grupo de muchachos brindó su esfuerzo desinteresado para que Boca fuera creciendo. Esta es la historia contada con todos los detalles. Disfrútela.